El poemario en versión digital

GIRAPOEMA en formato de revista digital gracias a Dennis Mariella.
VERSA IMPROPIA (XXIII)


A Paco Bendezú, in memoriam



Grácil es tu figura, y menuda,

bibelot rescatado de una ignota exhibición de alabastro fino.

Luce tu piel el tacto sutil de duraznos maduros,

tu talle se cimbra cuando hacemos el amor

como el mástil de un junco que ha desplegado velas al atardecer

sobre las aguas doradas del mar de la China.

En tu ombligo anidan pequeñas gaviotas que alzan vuelo,

graznan celosas cada vez que un beso febril estampo en el hoyuelo.

Sobre el paño marfileño de tu dorso podría grabar

sutiles anagramas de tu nombre

o laboriosos alejandrinos a tu sexo,

lúbricos, repentinos, anhelantes.

De tus brazos, que diré, aletean, flamencos

alzando breve vuelo hacia mi espalda;

tus manos siguen mis contornos arcifinios,

encuentran mis oasis,

deducen mis senderos más ocultos.

En tus labios, no importa cuanto los fatigue con mis besos,

atisba siempre el sabor dulcísimo de la fruta prohibida del Edén,

y se entreabren, a la vez exigentes y entregados,

luciendo enfebrecidos el oriente

de las perlas de Adajh-el-Basr

que adornan tu sonrisa.

No guardo un orden lógico elaborando la memoria de tu geografía.

Cada noche es un descubrimiento, el hallazgo

de un valle verdaderamente remoto,

un húmedo bosque de culantrillos, un nuevo topos.

Tú bien lo sabes.

No obstante, la fiebre ni el deslumbramiento

me impiden tener unas pocas certezas

y conservar el rumbo de tu cuerpo.

Sé, por ejemplo, que cuando ciñes mis caderas

con tus piernas y te eriges sobre mí

como una cariátide labrada en coral rosáceo,

tu melena de Medusa bate rizos de bronce sobre el rostro;

entonces los apartas con un mohín de labios

y el tierno influjo de tu aliento;

y sé --tengo tanta evidencia, quizás lo he vivido--

que en ese momento tus pechos se me ofrecen

como las manzanas del Paraíso

que Alá y su profeta entregan sólo por el martirio.

Entonces tengo la certidumbre de que me he conectado,

iluso de mí! , Ex Sistere; y estoy aquí aún;

ya he conocido.

Te he conocido.


Miguel Ángel Rodríguez – Perú

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